Los amigos de lo ajeno han ido mejorando sus métodos de robo, de manera que son muchos los inmuebles que se hallan expuestos a la entrada fraudulenta de estos delincuentes. Pero ¿qué métodos de robo utilizan los ladrones? ¿Y cómo pueden evitarse?
Para empezar, nos referiremos a los procedimientos de robo más sencillos, que se dan en cerraduras de mala calidad o deterioradas. Entre estos métodos, destaca el de la tarjeta. Con una tarjeta de crédito o un DNI, puede manipularse el sistema para entrar en el inmueble. Evitar el robo con tarjeta es fácil, solo es necesario hacer instalar una cerradura de calidad que evite este simple pero peligroso método de robo.
Otro de los procedimientos de que se sirven los ladrones es el de la palanca. En este caso, se fuerza la puerta y se destroza el sistema de cerrajería; sin embargo, es fácil evitarlo con puertas de calidad, sean acorazadas o blindadas.
El método del taladro debe se evitado con la inclusión de escudos protectores, así como con materiales resistentes que resulten indelebles ante este procedimiento.
Sin embargo, los métodos de robo más peligrosos pueden darse incluso en sistemas de cerrajería con apariencia de solidez. Es el caso del bumping, que se hace posible mediante la utilización de un martillo y una llave modificada. La llave se introduce en la cerradura para luego ser golpeada; de este modo, se alteran los pistones del sistema, abriéndose sin dificultad la puerta. Para evitarlo, se hace necesaria la instalación de cerraduras con cilindros anti bumping.
Otro peligrosísimo método de robo es el del impresioning, una técnica muy sofisticada que evitan especialmente las cerraduras electrónicas.
Por otro lado, los ladrones se sirven del procedimiento del escalo cuando no pueden acceder a una entrada fraudulenta por la puerta principal. Evitar este método de robo es muy simple: tan solo hay que instalar rejas de seguridad en ventanas o balcones.